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Derechos animales

El uso de trampas de pegamento ha sido prohibido en Inglaterra, siguiendo el ejemplo de Escocia

Muchas víctimas accidentales del pegamento, como aves vulnerables, serpientes de hierba, ranas y puercoespines, se beneficiarán de esta nueva normativa.

Muchas víctimas accidentales del pegamento, como aves vulnerables, serpientes de hierba, ranas y puercoespines, se beneficiarán de esta nueva normativa.

La Cámara de los Lores aprobó por unanimidad un proyecto de ley respaldado por el gobierno para prohibir las trampas de pegamento, que se utilizan habitualmente para atrapar ratones y ratas.

El grupo de defensa de los animales Humane Society International/UK (HSI), que lideró la campaña “Unstuck” para detener el uso público de las “inhumanas, indiscriminadas e injustificables” trampas de pegamento, logró un gran éxito tras años de lucha.

Las crueles trampas de pegamento inmovilizan a los animales atrapados en un fuerte adhesivo, lo que les hace sufrir desgarros y fracturas en las extremidades y asfixia cuando intentan escapar. La deshidratación, la inanición y la muerte son posibles consecuencias para los animales.

Entre ellos se encuentran especies protegidas y en peligro de extinción, como puercoespines, pájaros y murciélagos, e incluso gatos domésticos.

En el Reino Unido se puede acceder a las trampas de pegamento por un precio tan bajo como 99 peniques, a pesar de que pueden causar un sufrimiento prolongado y extremo a los animales.

Tras obtener la aprobación real, el proyecto de ley sobre trampas de pegamento se convertirá en ley. Una vez que la prohibición entre en vigor, se exigirá una licencia para utilizarlas a cualquier persona en Inglaterra, incluidos los “controladores de plagas”.

Las personas que infrinjan la nueva ley se enfrentan a una multa y/o a una pena de cárcel de hasta 51 semanas. Además, es un delito encontrar una trampa de pegamento y no desactivarla.

Con su decisión, Inglaterra sigue el ejemplo de Escocia, que en enero de este año abolió las crueles trampas de pegamento. En la oportunidad, explicando su decisión, el gobierno de Escocia se refirió a la crueldad de las trampas de pegamento señalando: “Los animales atrapados en trampas de pegamento no pueden liberarse de la sustancia pegajosa y tienen casi garantizado el sufrimiento durante las 12 horas o más que pueden pasar entre cada inspección. La composición de las trampas de pegamento suele provocar que los animales atrapados en ellas se autolesionen al luchar por liberarse. Estas lesiones pueden incluir desgarros en la piel y rotura de huesos. Por si fuera poco, algunos animales incluso se arrancan las extremidades a mordiscos para intentar liberarse, y los efectos del pegamento de sujeción también pueden provocar asfixia”.

Refiriéndose a la prohibición en Inglaterra, directora ejecutiva de HSI/UK, Claire Bass, dijo: “Las trampas de pegamento son dispositivos burdos que causan una horrible agonía a millones de animales. Como será ilegal que los consumidores las utilicen, esperamos que las tiendas las retiren de sus estantes porque su venta será igualmente ilegal”.

Bass agregó: “un animalito sintiente se ve inmoralmente forzado a asfixiarse, a morir lentamente por sus heridas o a ser ineptamente sacrificado por miembros del público no preparados que recurren a ahogarlos o a tirarlos a la basura cuando aún están vivos en estas tablas adhesivas”.

HSI/UK escribe “para que estos terribles artefactos dejen de emplearse impunemente, habrá que supervisar adecuadamente el régimen de licencias para el uso de trampas de pegamento por parte del sector de control de ‘plagas’ “.

El activista por los derechos de los animales Chris Packham también ha declarado que “cuando los animales silvestres, como los ratones y las ratas, logran convivir con los humanos, los etiquetamos como ‘plagas’ o ‘alimañas’ y parece que asumimos que eso es una luz verde para despreciar totalmente su bienestar. Un ejemplo de ello son las trampas de pegamento. Hay que cambiar esta forma de pensar. Felicito a HSI/UK por la victoria de su campaña ‘Unstuck’ y estoy encantado de que las crueles e innecesarias trampas de pegamento dejen de ser de uso público, lo que propiciará un enfoque más compasivo y también eficaz para tratar la fauna salvaje no deseada. Esta ley es una gran noticia no solo para los ratones y las ratas, sino también para las muchas víctimas colaterales que quedan atrapadas en el pegamento”.