Han pasado 10 años desde que McDonald’s hiciera una promesa, incumplida, de eliminar las jaulas de gestación en su cadena de suministro.
Varios medios de comunicación estadounidenses informan de que el inversor multimillonario Carl Icahn ha denunciado a McDonald’s por el uso persistente de jaulas de gestación para las cerdas preñadas. Icahn, que lleva años abogando por el tema, escribió que los gerentes de McDonald’s “se dan palmaditas en la espalda, mientras consienten la crueldad”.
Icahn acusa a McDonald’s de permitir un “grotesco maltrato de los animales” añadiendo que “la incapacidad de la empresa para hacer avances significativos en las promesas hechas en 2012 – claramente se derivan de la disfunción y la indiferencia de la junta directiva de McDonald’s”.
Icahn ha escrito una carta abierta a los accionistas de McDonald’s en la que critica al gigante de la comida rápida por haber “arruinado su propia credibilidad” al no haber “eliminado el uso de las crueles jaulas de gestación en su cadena de suministro”.
En la misiva de ocho páginas, publicada el jueves 21 de abril, Icahn arremete contra McDonald’s, diciendo que la compañía no ha cumplido con su compromiso de poner fin a la controvertida práctica de confinar a las cerdas gestantes en espacios reducidos. McDonald’s acordó y prometió eliminar las jaulas de gestación, que han sido ampliamente criticadas como mecanismos inhumanos, en un proceso que tomaría 10 años.
Habiendo pasado una década, sin avances significativos, Icahn amenazó en febrero con iniciar una pugna de accionistas sobre el tema. Al publicar la carta y la declaración del jueves, en la que proponía nuevos miembros del consejo de administración, Icahn ha cumplido su advertencia.
“Se dan palmaditas en la espalda, mientras consienten la crueldad – por lo visto, ciegos a lo evidente”, escribió Icahn. “Creo que la obscena crueldad infligida a estos animales a través del confinamiento es completamente innecesaria, condenable y desalineada con lo que los estadounidenses esperan de la cadena de comida rápida número 1 de nuestro país”.
Además de McDonald’s, Icahn también echó en cara a “un gran número de empresas de Wall Street y sus banqueros y abogados”, a “Big Meat” y al “lobby conectado” de la industria cárnica, diciendo que defienden vanas agendas medioambientales, sociales y gubernamentales.
El inversor escribió que McDonald’s está “engañando a los clientes, a los empleados y a los accionistas” al afirmar que la empresa espera “abastecerse del 85% al 90%” de su carne de cerdo en Estados Unidos “de cerdas no encerradas en jaulas de gestación durante la preñez”.
“Pero esa afirmación es una invención cínica destinada a engañarnos para que creamos que esta forma atroz de abuso animal en la cadena de suministro de McDonald’s prácticamente no está ocurriendo”, escribió Icahn. “En realidad, estas cerdas, que tienen múltiples camadas de lechones cada año, están confinadas en jaulas de gestación durante cada uno de los embarazos durante aproximadamente cuatro a seis semanas, 24 horas al día, siete días a la semana”.
El multimillonario escribió que pide a McDonald’s que deje de actuar de forma “irresponsable y censurable” y “se comprometa a eliminar las jaulas de gestación de su cadena de suministro para finales de 2023” y a ampliar ese objetivo a su “cadena de suministro global para 2024.” También exigió que la empresa incorpore nuevos directores a su consejo de administración.
Aunque la industria porcina ha defendido las jaulas de gestación como una medida necesaria para impulsar la productividad y evitar que los cerdos se peleen, los activistas del bienestar animal no están de acuerdo. En un informe de 2013, la Humane Society of the United States afirmó que estas jaulas tienen “un coste psicológico y perjudican” el bienestar de los cerdos.
En su última carta, Icahn escribió que las jaulas también impiden el “tremendo instinto maternal” de los animales y su capacidad para “establecer vínculos con sus bebés.” Icahn se enteró del problema gracias a su hija Michelle, una vegetariana que ha trabajado con la Humane Society.
“Este grotesco maltrato de los animales -y la incapacidad de la compañía para hacer un progreso significativo en las promesas hechas a múltiples partes interesadas en 2012- claramente provienen de la disfunción y la indiferencia en la junta directiva de McDonald’s”, escribió Icahn el jueves. “Creo que los clientes de McDonald’s quieren alimentos que se obtengan de forma ética, responsable y humana. Las jaulas de gestación no son nada de eso”.