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Derechos animales

Investigación encubierta revela graves abusos piscifactorías escocesas

Una investigación oculta de Igualdad Animal desenmascara la crueldad sistemática hacia las truchas y salmones en acuicultura escocesa.

Una investigación oculta de Igualdad Animal desenmascara la crueldad sistemática hacia las truchas y salmones en acuicultura escocesa.

Una investigación encubierta realizada por Igualdad Animal en piscifactorías escocesas ha expuesto un abuso sistemático y rampante. Los hallazgos de la organización, capturados mediante tecnología de drones durante dos meses a finales de 2022, revelan fallas constantes en el aturdimiento de los peces, peces heridos y ensangrentados después de ser succionados por los barcos, hacinamiento en las redes y peces lanzados violentamente por los trabajadores.

Según el investigador de Igualdad Animal, salmones y truchas fueron grabados siendo sacrificados en varios lugares a lo largo de la costa escocesa. Mark Borthwick, investigador doctoral de la Open-Oxford-Cambridge Partnership y experto en peces, calificó este caso como “uno de los peores maltratos a peces que he visto en toda mi carrera”.

Las imágenes desvelan numerosos abusos en las instalaciones flotantes. Los peces no son aturdidos adecuadamente, algunos entran al revés en la maquinaria de aturdimiento, recibiendo golpes y descargas en el cuerpo. Además, se observó un hacinamiento visible en las redes y en la maquinaria ensangrentada del matadero.

La piscifactoría de salmón investigada, ubicada en Loch Cairnbawn, está gestionada por Loch Duart Ltd, un conocido proveedor de restaurantes de alta cocina y chefs con estrellas Michelin. A pesar de estar acreditada por RSPCA Assured, GlobalG.A.P y Friends of the Sea, las imágenes desvelan una realidad preocupante.

“El sufrimiento masivo y evitable se está produciendo en cada fase del proceso”, afirma Borthwick. “El charco de sangre en la maquinaria de sacrificio sugiere que el equipo de bombeo utilizado para transportar a los peces de los corrales al barco probablemente esté causando grandes traumas a muchos de estos animales.”

Por su parte, Abigail Penny, directora ejecutiva de Igualdad Animal en Reino Unido, señala: “En esta piscifactoría, lejos de las miradas del público, estos trabajadores se creen invencibles y, al no haber inspecciones, no es difícil entender por qué. Los consumidores nunca podrán saber realmente lo que ocurre dentro de estas instalaciones; la mejor manera de evitar este sufrimiento es evitar por completo el consumo de pescado”.

Igualdad Animal ha denunciado todos estos hallazgos ante las autoridades competentes. Cada año se crían y sacrifican en el Reino Unido hasta 52 millones de salmones de piscifactoría y 25 millones de truchas arco iris.

Abigail Penny enfatiza: “Parece existir una cultura de incumplimiento dentro de esta industria y, claramente, no se puede confiar en sus prácticas. Necesitamos mayores protecciones legales para las decenas de millones de peces que se sacrifican cada año, una supervisión mucho mayor de esta industria y sanciones para quienes descuidan o maltratan a estos animales”.

Los peces son a menudo las víctimas olvidadas de la cría industrial de animales. Los científicos han demostrado que pueden sentir dolor y alegría. Y, sin embargo, faltan leyes que los protejan. Debemos hacer más para luchar por los animales que actualmente están atrapados en este sistema cruel.

Abigail Penny, Igualdad Animal

Además de la piscifactoría de salmones, la investigación de Igualdad Animal también se centró en la piscifactoría de truchas de Loch Etive, gestionada por Dawnfresh Farming. Sus productos se comercializan bajo la marca “R R Spink & Sons”, que ha abastecido a los principales supermercados en Reino Unido, así como a varios restaurantes de lujo, hoteles y clubes de campo.

“Las máquinas de aturdimiento necesitan ajustarse manualmente para ser efectivas con peces más grandes o más pequeños. Sin esto, hay muchas probabilidades de que los animales reciban un golpe erróneo y sufran cortes dolorosos mientras están conscientes”, dice Borthwick, indicando un área crítica de negligencia en la operación de la piscifactoría de truchas.

Todos estos descubrimientos resaltan la necesidad urgente de proteger legalmente a los peces y regulaciones más rigurosas en la industria acuícola. Como consumidores, tenemos el poder y la responsabilidad de decidir. Podemos poner fin al sufrimiento de salmones y truchas, y de los peces en general, optando por alternativas vegetales en nuestra alimentación. La organización Igualdad Animal invita a todos a considerar estas opciones y a visitar Love Veg, donde se pueden descargar libros electrónicos con recetas deliciosas, fáciles, nutritivas y libres de crueldad.

Qué pensamos en Sociedad Vegana

A medida que avanzan nuestros conocimientos sobre la inteligencia y sensibilidad de los peces, es cada vez más evidente que estos animales acuáticos, a menudo descuidados en la temática del sufrimiento animal, merecen un lugar en nuestras conversaciones y en nuestros esfuerzos. Pese a que existe una creciente conciencia sobre el trato ético hacia los animales terrestres, los peces, por su naturaleza alejada de nuestra cotidianidad y su ambiente acuático, son lamentablemente marginados en estas discusiones.

La realidad es que los peces, como cualquier otro ser vivo, son capaces de experimentar sufrimiento y angustia. Diversas investigaciones han demostrado que los peces tienen la capacidad de sentir dolor, son conscientes de su entorno, poseen memoria a largo plazo y pueden incluso exhibir comportamientos sociales complejos. De igual manera, las prácticas industriales actuales, como las que se ven en la acuicultura intensiva – por ejemplo la piscicultura escocesa denunciada por Igualdad Animal – con frecuencia imponen condiciones de vida y procesos de faenamiento inhumanos.

El maltrato a los peces se oculta con frecuencia detrás del velo de la indiferencia y la ignorancia. Al no emitir sonidos audibles para el ser humano o mostrar expresiones faciales reconocibles, su sufrimiento suele pasar desapercibido o ser minimizado. Así, se convierten en las víctimas olvidadas de la crueldad animal, como bien dice Abigail Penny.

Es fundamental ampliar nuestro círculo de empatía para incluir a estos seres en nuestras consideraciones éticas. Las normativas de bienestar animal deben ser extensivas a todos los seres sensibles, incluyendo a los peces, y es imperativo que la industria acuícola adopte prácticas más humanas y responsables.

Y, claro está, la solución definitiva está en nuestras manos: optar por dietas basadas en plantas.

Más información en el sitio de Igualdad Animal.

Ilustración y fotografía de Abigail Penny: fotogramas (c) Igualdad Animal, YouTube