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Derechos animales

Video expone los horrores del aturdimiento de cerdos con CO2 en el Reino Unido

Un video encubierto revela el angustioso aturdimiento de cerdos con CO2 en un matadero del Reino Unido, renovando las peticiones de métodos de sacrificio alternativos.

Un video encubierto revela el angustioso aturdimiento de cerdos con CO2 en un matadero del Reino Unido, renovando las peticiones de métodos de sacrificio alternativos.

El periódico The Guardian ha publicado una filmación encubierta de cerdos sometidos a aturdimiento por CO2 en un matadero del Reino Unido, que pone de relieve la naturaleza “totalmente inhumana” de este método. El vídeo, grabado en el matadero Pilgrim’s Pride de Ashton-under-Lyne, muestra grupos de cerdos aterrados mientras son bajados a una cámara de gas. Expertos en bienestar animal, como el profesor Donald Broom, de la Universidad de Cambridge, sostienen que las reacciones de los cerdos evidencian escaso bienestar y máximo sufrimiento.

Pilgrim’s UK, antes conocida como Tulip, es una división de Pilgrim’s Pride Corporation, propiedad de JBS, el productor brasileño de carne. Su política de bienestar animal establece: “En Pilgrim’s UK es esencial que todos los cerdos sean tratados humanamente a lo largo de su vida y que el bienestar del cerdo esté siempre a la vanguardia de todo lo que hacemos”. Confirma que todos los cerdos de Pilgrim’s se aturden utilizando CO2.

Según The Guardian, el uso de CO2 para aturdir a los cerdos ha aumentado hasta alcanzar el 88% en 2022, a pesar de que en 2003 el Consejo para el Bienestar de los Animales de Granja recomendó eliminar progresivamente su uso durante la década siguiente. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también ha expresado su preocupación por los efectos aversivos y angustiosos del CO2 en los animales. Sin embargo, la National Pig Association (NPA) del Reino Unido afirma que el aturdimiento con CO2 “es actualmente el método comercial más humano y eficaz disponible”.

El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Reino Unido financió una investigación sobre el aturdimiento por baja presión atmosférica (Laps) como posible alternativa, pero la consideró deficiente en términos de trato humano. La NPA y otras organizaciones celebraron una cumbre para debatir mezclas de gases alternativas, pero llegaron a la conclusión de que “no existían otros sistemas viables”. Aunque los gases inertes como el argón o el helio podrían ser alternativas, su mayor coste “supone un obstáculo financiero para la industria cárnica”.

Peter Stevenson, responsable de políticas de Compassion in World Farming, instó al gobierno a prohibir el uso de altos niveles de CO2 para 2026, obligando a la industria a desarrollar un método de sacrificio realmente humano. Un portavoz del gobierno reconoció la preocupación por el uso de CO2 y aseguró que seguirían buscando alternativas viables basadas en las últimas pruebas.

Lo que pensamos en Sociedad Vegana

Las imágenes encubiertas que revelan el horror al que son sometidos millones de cerdos producidos en el Reino Unido ponen de manifiesto las verdaderas prioridades de la industria cárnica, que favorecen el ahorro de costos y el lucro por encima del bienestar animal. Es desalentador ver que, a pesar de las recomendaciones de eliminar progresivamente el aturdimiento con CO2, su uso no ha hecho más que aumentar, lo que evidencia una flagrante indiferencia por el bienestar de los animales.

El hecho de que gases inertes como el argón o el helio no se tengan en cuenta debido a su mayor coste pone aún más de relieve la mentalidad orientada al lucro de la industria cárnica. Es inaceptable que se permita que los intereses financieros se impongan al tratamiento ético de los animales en nombre de la eficiencia y la rentabilidad. Esto lleva a dudar del compromiso de la industria con unos métodos de sacrificio auténticamente humanos y de su responsabilidad hacia los animales a su cargo.

Además, la respuesta del gobierno británico resulta insuficiente para abordar el problema, ya que sólo asegura que seguirá buscando alternativas viables. Este enfoque pasivo se queda corto a la hora de exigir responsabilidades a la industria e impulsar cambios inmediatos y tangibles.

La situación documentada en el Reino Unido no es excepcional ya que la práctica de aturdimiento con CO2 es estándar en todo el mundo. También era de esperar la lógica de la industria cárnica; es decir, lucro por encima de todo, sumada a su gastado y vacío discurso de “nos importa el bienestar animal”.  Sin embargo, sorprenden los razonamientos de los entornos académicos que han validado estas prácticas. Durante la preparación de este artículo encontré un documento publicado en 2009 por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde se señala: “La exposición al dióxido de carbono (CO2 ) es uno de los métodos más utilizados dado que presenta una serie de beneficios en comparación con el aturdimiento eléctrico, como la posibilidad de poder realizarlo en grupos, no tener que sujetar al cerdo o la obtención de una carne de mejor calidad. El efecto de este gas -con una concentración de entre el 80% y el 90%- sobre el organismo consiste en una depresión de la actividad nerviosa del animal, derivando en una pérdida de conciencia y en una reducción de su padecimiento”.  Luego, la Universidad Autónoma de Barcelona señala que la legislación europea vigente “obliga en los mataderos a aturdir todos los animales previamente a su sacrificio con el objetivo de eliminar cualquier tipo de estrés y/o padecimiento”.

Esta argumentación me ha dejado perplejo, pues el angustiante video en cuestión (uno de muchos) muestra escenas de máximo estrés, pavor y agonía en los cerdos. A riesgo de abundar, quiero hacer una pregunta quizás retórica: ¿Se está cumpliendo el objetivo legal de eliminar cualquier tipo de estrés y/o padecimiento, o se está causando, como estamos viendo, un máximo estrés y padecimiento a los cerdos?

La opción verdaderamente humana

Las angustiosas realidades de la industria cárnica, como muestran las horrendas imágenes del matadero británico, sirven de crudo recordatorio del sufrimiento que soportan animales inocentes en aras de nuestro consumo. La industria cárnica existe únicamente porque hay demanda por sus productos. Al adoptar un estilo de vida vegano, los consumidores se apartan de este sufrimiento innecesario. Al elegir alternativas basadas en plantas, no sólo está promoviendo un mundo más compasivo, sino que también está contribuyendo a un futuro más sano y sostenible para nuestro planeta.

Recuerde, cada elección que haga como consumidor importa; juntos, podemos fomentar un mundo más amable, más verde y más equitativo. Si aún no lo es, le imploro considerar la posibilidad de hacerse vegano y unirse al creciente movimiento que aspira a poner fin al sufrimiento innecesario de los animales.

Al hacerlo, le aseguro que experimentará una sensación liberadora, colmada de plenitud y felicidad, al dejar de participar en un sistema que explota a los animales. Este profundo cambio de perspectiva y estilo de vida trae consigo una inmensa sensación de paz interior y armonía, ya que sus acciones estarán en lo sucesivo alineadas con sus valores de compasión y empatía hacia todos los seres vivos.

En última instancia, la plenitud y la felicidad que provienen de vivir en armonía con sus valores y desvincularse de un sistema que perjudica a los animales puede ser una experiencia que le cambie la vida, enriqueciéndola y fomentando un sentimiento de unidad con todos los seres en este viaje compartido por la Tierra.

Héctor Pizarro, Sociedad Vegana